sábado, 7 de marzo de 2015

     
    MOTRICIDAD DE LOS NIÑOS DE 3 A  10 AÑOS 


El desarrollo motor grueso se determina como la habilidad que el niño va adquiriendo, para mover armoniosamente los músculos de su cuerpo y poco a poco mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco, extremidades, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad para caminar y correr; además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos.


El desarrollo motor fino se hace patente un poco más tarde, este se refiere a los movimientos voluntarios mucho más precisos, que implican pequeños grupos de músculos y que requieren una mayor coordinación. Se observa cuando el pequeño se descubre las manos, las mueve, comienza a intentar coger los objetos y manipular su entorno. La motricidad fina incluye habilidades como; dar palmadas, la habilidad de pinza, realizar torres de piezas, tapar o destapar objetos,cortar con tijeras, hasta alcanzar niveles muy altos de complejidad.



¿Cómo es el desarrollo físico y psicomotor del niño de 3 a 5 años?

El desarrollo físico y psicomotor de los niños de 3 a 5 años se caracteriza por el perfeccionamiento de las habilidades adquiridas en etapas anteriores. En cuanto a la motricidad fina, el niño empieza a garabatear, marcando el inicio del aprendizaje de la escritura. Cada vez es más consciente de su propio cuerpo, de sus movimientos y de la coordinación de éstos.

DESARROLLO psicomotor en el preescolar
La edad preescolar es un periodo de cambios importantes. El niño va a avanzar mucho en el lenguaje, en la motricidad fina y gruesa.
Estos cambios permitirán que el niño sea cada vez más autónomo y que sea capaz de socializarse.
A esta edad suelen iniciar la escolarización (guardería o colegio) y el juego simbólico y social (con otros niños).



DESARROLLO VISUAL 
La agudeza visual del niño sigue aumentando durante la etapa preescolar. Se estima que a los 2 años es la mitad y a los 5 años dos tercios de lo normal. No tendrá la agudeza del adulto hasta la época escolar.
A esta edad es normal que el niño tenga hipermetropía. No es necesario tratarla salvo que provoque estrabismo.
Los ojos están preparados para realizar movimientos tan precisos como la lectura.
La visión en tres dimensiones (visión binocular) está bien desarrollada. Gracias a esto puede calcular distancias y situarse en el espacio que le rodea.
Valorar a esta edad este tipo de visión puede prevenir la aparición de un ojo vago. A esta edad es fácil de tratar y corregir.

DESARROLLO DEL LENGUAJE 
Durante los años preescolares tiene lugar una “explosión” del lenguaje. El vocabulario, la gramática y el uso de la lengua muestran una marcada y rápida mejoría.
Un niño de 2 años dice frases de dos palabras (sujeto y verbo). Y usa o entiende entre 20 y 200 palabras.
Después de los 2 años la adquisición de palabras va a un ritmo vertiginoso. A los 3 años puede llegar a utilizar 1000. Poco a poco el niño irá utilizando conceptos cada vez más complejos. Conjugando los verbos de forma apropiada. Introduciendo adjetivos, primero de uso general (grande-pequeño) para después especializarlos (pesado-ligero). Introduciendo preposiciones, etc.
Podrá construir frases completamente correctas en torno a los 5 años y medio.

DESARROLLO COGNITIVO 
El inicio de la escolarización, el desarrollo del lenguaje y el desarrollo psicomotor potencian el desarrollo cognitivo en esta etapa.
El niño preescolar pregunta mucho. Se interesa por todo lo que hay a su alrededor. Los porqués iniciales son seguidos por preguntas mucho más elaboradas. Intenta comprender el mundo que le rodea.
Comienza a distinguir algunas propiedades de los objetos (colores, tamaños, formas geométricas). A comprender conceptos abstractos (frío, hambre, calor). A contar y a entender el concepto de cantidad  (hasta tres a los 3 años, cuatro a los 4 años y 10 ó más a los 5).
Aumenta su memoria. Aprende modos de memorizar, como repetir o narrar lo que ha de recordar. La memoria autobiográfica (recuerdos de la propia existencia) es la que se desarrolla en primer lugar.

DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO 
Entre los 2 y 3 años de edad el mundo del niño se abre enormemente. La figura materna empieza a no ser tan importante.
El niño se considera autosuficiente. Desea hacer todo por sí mismo. Aprenderá a comer solo, a desnudarse, a vestirse…
Los conflictos debidos a este deseo de autonomía son la causa de los berrinches y pataletas propios de esta edad.
También es la etapa en la que se inicia el control de esfínteres. En primer lugar, el diurno (entre los 2- 3 años). En muchos niños también el nocturno. A partir de los 4 años ya desean ir ellos solos al baño aunque a veces pidan ayuda para limpiarse.
En esta época muchos niños acuden por primera vez a la guardería o a la escuela. Empiezan a relacionarse con otros niños.



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